EL SIGLO DE PERICLES ¿O EL DE ANTONIO?

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EL SIGLO DE PERICLES ¿O EL DE ANTONIO?

El siglo de Pericles en el gobierno de Atenas, marcó un antes y un después en el arte occidental. A partir de ese momento de esplendor, nada sería lo mismo. ¿Volvería el arte clásico a renacer en Atenas, tras un largo y oscuro medievo?

El siglo de Pericles

Atenas, la ciudad donde nació el arte clásico occidental, se hallaba bajo la amenaza persa. Esa era la situación desde que el sha o monarca persa Ciro II, fundador del imperio persa, sometió a las ciudades griegas de Jonia en el año 547 a.C.
Pero los griegos se resistieron, comenzando una revuelta contra el invasor con la ayuda de Atenas. El resultado serían las conocidas «Guerras Médicas», habidas entre griegos y persas.

Cuenta Herodoto, que el hijo de Ciro II, Dario I, rogaba a su dios por la victoria: «¡Oh, Ormuz, dame ocasión de vengarme de los atenienses!»; e incluso pidió a sus siervos que cada vez que se sentara a la mesa, le repitieran tres veces: «¡Señor, acordaos de los atenienses!».

Ocasión de venganza tendría el hijo de Dario I, Jerjes I, que saqueó e incendió la acrópolis de Atenas en el 480 a.C. Esto no fue, sino un ejemplo más de la barbarie persa.
De hecho, el término «bárbaro», fue inventado por los griegos para referirse a los persas. «Bárbaro» en griego, se decía «bárbaros», tal cual. El vocablo se refiere a cualquier extranjero, pero en concreto a los persas, cuya habla ininteligible sonaba a los griegos como el sonido «bar, bar bar…». Algo así como el «bla, bla, bla…» con el que hoy describimos una conversación que no entendemos o no nos interesa.
El matiz peyorativo del término, describe a personas fieras, rudas, incultas, toscas, y a menudo a sociedades regidas por regímenes autocráticos y dictatoriales.

Tras las guerras médicas, el verdadero momento triunfal ateniense ocurriría bajo su strategos o líder Pericles (495-429 a.C.) Su mandato es conocido como la edad de oro del arte griego. Durante sus treinta y dos años de gobierno (461-429 a.C.) se reconstruyó el Partenón, símbolo de la transición entre el arte arcaico y el clásico.
Del mismo modo, escultores de la talla de Policleto, Mirón y Fidias, dotaron a las figuras de movimiento e individualidad. El rígido y despersonalizado arte arcaico había finalizado. Comenzaba una nueva etapa de esplendor para occidente: el arte clásico. Este regiría unos 1.000 años, hasta que nuevos bárbaros lo anularían, haciendo caer a Roma en el 476 d.C. Pero tras otros casi 1.000 años de arte «bárbaro/gótico» o «arcaico/medieval», el arte clásico renacería: veamos como.

El siglo de Antonio

Es curioso, que el término «Edad Media» en Grecia, se refiera a dos periodos:
a) A la Edad Oscura, es decir, el milenio anterior al siglo de Pericles y al arte clásico.
b) A los mil años aproximadamente que van desde la caída de Roma al Renacimiento o volver del arte clásico en el siglo XV.
Es de esta segunda etapa de la que hablamos ahora, en paralelo a la anterior.

Durante la Edad Media europea, Atenas sufrió pillajes e invasiones. Cuando apenas comenzó a mejorar sus situación, duramente fue castigada por lo «nuevos persas».
Según nuestro método, la fecha exacta de la conquista persa de Grecia en el siglo VI a.C., coincide concretamente con los inicios del siglo XIV d.C. En esta época, un inmenso imperio similar al de Ciro II acababa de nacer en Persia: el Ilkanato, un imperio mongol.
Sus brazos llegaban hasta la costa jonia, como el de sus antecesores. Esto era posible gracias a la «alianza bizantino-mongola» (1263), que hizo de Bizancio y del Ilkanato persa una unión sin fisuras en los planos político, militar, y hasta familiar.
De hecho, fue el emperador bizantino Andrónico II, emparentado con el gobernante persa, el que llamaría a unos mercenarios para conquistar a los nuevos «griegos»: a los turcos y a los atenienses.

Estos mercenarios eran, curiosamente, catalanes. La Gran Compañía Catalana, formada por las gentes más rústicas o «bárbaras» de aquellas tierras, los llamados «almogávares». Hay hasta quien aventura, que la «barretina» o gorro catalán es una clara copia del gorro persa que vemos en los platos griegos de época clásica.
El caso es que los nuevos persas (bizantinos, mongoles y mercenarios catalanes), no fueron menos bárbaros que los antiguos. En fechas exactamente paralelas según nuestro método, Grecia fue arrasada y sometida a todo tipo de atrocidades parecidas a las de los persas de hacía casi 2.000 años. Se la llama, la «Venganza Catalana» (1305 d.C.). Y el idioma griego quedó tan marcada por ella como por la venganza persa. En Albania, «katalan» significa: «monstruo», es decir, «bárbaro». En Bulgaria, significa «torturador, malvado». Y hasta el día de hoy, los griegos maldicen gritando: «¡ojalá te alcance la venganza catalana». Hasta hace poco, se cantaba una canción a los niños donde se pedían fuerzas para luchar «contra los perros catalanes».

Pero como la historia es cíclica, no iban los nuevos griegos a estar sometidos siempre a los nuevos persas. Exactamente en paralelo a la misma fecha que Pericles iniciaba la edad dorada de Atenas, un nuevo strategos o líder salvaría a los atenienses del siglo XV d.C.

Como bien sabemos, el arte clásico nació en Grecia en el siglo V a.C., y renació en Florencia en el siglo XV d.C. De ahí, que se llame «Renacimiento» a este arte florentino.
Pues quiso la historia que fuera un florentino quien liberara y restaurara Atenas en los inicios del siglo XV.
El elegido era, como decimos, Antonio I Acciaioli (1395-1435 d.C.) y su vida corre exactamente paralela a la de Pericles en nuestro método. Este florentino, liberó a Atenas de los brazos persas, extendidos a través de los catalanes y bizantinos. Él y sus descendientes, se harían con el Ducado de Atenas y Neopatria.
El arte clásico, de nuevo renació. Ahora exportado desde la Nueva Atenas (Florencia) a la Atenas griega. Sobre Antonio leemos, que no olvidó sus raíces artísticas florentinas, y que renovó los antiguos monumentos griegos de la acrópolis ateniense, utilizándolos como palacio. Incluso fomentó el comercio gracias a los mercaderes florentinos. Sin lugar a dudas, todo un Pericles de su tiempo.

En la Nueva Atenas, Florencia, otro «estratega» iniciaba su carrera: nada más y nada menos de Juan de Médici (1360-1429 d.C.), fundador de la familia del mismo apellido y que serían mecenas de los mejores artistas.
En ese momento, arquitectos y escultores florentinos iniciaban un nuevo estilo llamado «Renacimiento». Policleto, Fidias y Mirón hallan su paralelo en escultores como Donatello. Según nuestro método, justo en paralelo al momento en que los antiguos griegos realizaban las primeras esculturas «clásicas», Donatello esculpía las primeras obras «renacentistas» de la historia.
Policleto pondrá de moda el «contraposto», una pose en la que la figura se apoya sobre una pierna, dotando de movimiento al cuerpo. Pero sera Donatello el primero que, tras dos mil años, vuelva a usar esta pose en sus esculturas para el templo gremial Orsanmichele de Florencia.
Tal vez esta Iglesia, dedicada a la Virgen o Madonna delle Grazie, o la también florentina catedral de Santa Maria del Fiore, sean un ejemplo moderno de lo que fuera en su siglo el Partenon. Estos templos florentinos, con sus novedosas mezclas de estilos entre el gótico y el renacimiento, nos recuerdan al antiguo templo griego, dedicado a la Virgen Atenea, con su original mezcla de estilos entre el dórico y el jónico.
Esperemos que los bárbaros no vuelvan más y que podamos disfrutar de estas joyas del arte por muchos siglos.

Nota: se puede leer más sobre estos momentos cíclicos tan cruciales de la historia del arte y de la humanidad en los siguientes artículos de esta página:
– LA ESCUELA DE ATENAS ¿O L A DE FLORENCIA?
– LA BATALLA DE ISSOS ¿O LA DE CHALDIRAN?

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