Mes: noviembre 2014

EL CALIFA Y EL SULTÁN O EL SULTÁN Y EL CALIFA

sultan califa
EL CALIFA Y EL SULTÁN, O EL SULTÁN Y EL CALIFA

Hace tiempo escribimos un artículo en el que mostramos que el poder civil y el religioso eran opuestos, y se alternaban según un margen fijo de tiempo.
Lo ilustramos a través de los personajes del «emperador» y del «papa».
El «emperador» representa al poder político o civil, y el «papa» al poder religioso.

Vimos que a la caída del «emperador» romano, el «papa» se hizo con el poder político, y entramos en la Edad Media. Luego, observamos que el «emperador», o poder civil, fue ganando terreno poco a poco al religioso, y entramos así en la Edad Moderna. La Edad Moderna no es sino un renacer de la cultura clásica civil, la de Grecia y Roma.

El califa y el sultán (VII-XV)
Este margen de tiempo exacto que descubrimos en el artículo «El Emperador y el Papa», es aplicable a otras religiones y sistemas de gobierno.
Ahora analizamos el caso del Islam. En esta cultura, al «papa» lo llamaremos «califa», y al emperador, «sultán».

El «califa» representa la máxima autoridad, religiosa y política. El término «califa» significa «sucesor», esto es, del profeta Mahoma. Algunos de los requisitos iniciales para ser califa, según leemos en es.wikipedia.org, eran: ser árabe, y de la familia del profeta Mahoma. El califa a menudo designaba «emires» o delegados provinciales. «Emir» deriva de la raíz «mandar» y se traduce a veces como «príncipe». De ahí que al califa se le designe como «Amir al-mu’minin», es decir, «emir» o «príncipe» de los creyentes.

El «sultán» representa la autoridad civil, como la de un rey o monarca. En árabe significa «el que tiene el poder». Generalmente fue dado a los militares turcos. En principio, durante la Edad Media islámica, el sultán ejercía el poder bajo la autoridad del califa, pues el sultán no tiene poder religioso. Es similar a lo que ocurría en la cristiandad, donde el emperador gobernaba bajo la autoridad o con el beneplácito del papado.

El poder califal sobre los estados civiles empezó en el siglo VII con los sucesores del profeta Mahoma, siendo el califato de Bagdad el más duradero y prestigioso. En la cristiandad ocurría algo similar, cuando los reinos occidentales habían reconocido el poder espiritual del papa de Roma. El papa Gregorio Magno (VII) parece ser que fue el primero en ostentar el título de Sumo Pontífice.

O el sultán y el califa (XVI…)
Vimos, que en el Renacimiento (XVI), como era de esperar según nuestro método, el poder civil se impuso al religioso. Fue un largo proceso desde la «Querella de las Investiduras» (1075-1122) del siglo XI. Luego, en el siglo XVI, estalló la Reforma y los gobernantes se desligaron del poder religioso.
El caso más notable fue el de Enrique VIII (reinado 1509-1547), que se desligó totalmente del poder papal, separando a la Iglesia Anglicana.

¿Ocurrió lo mismo en el islam?
Lo mismo y al mismo tiempo. Sobre siglo XI, en paralelo a la primera disputa entre el emperador y el papa, aparece el primer sultán, de origen turco. Se llamaba Mahmud (reinado: 997-1030), de la dinastía Gaznávida de Afganistán. En 1037, el Sultanato Selyúcida. Y poco después, en 1077, el Sultanato del Rüm, en lo que hoy es Turquía.

Y ya en el siglo XVI, como en la cristiandad, el sultán se impuso al califa.
Se llamaba Selim I (1512-1520), era el sultán otomano o turco. Su vida corre en paralelo a la de Enrique VIII. Selim no era árabe, ni descendiente de Mahoma: era turco.
Pero se hizo con la autoridad religiosa, al hacerse nombrar «califa». Por primera vez en el islam, el poder civil tomaba control del religioso, como pasaba igualmente en la cristiandad. Acababa de aparecer un califato dominado por el sultán, el «califato otomano» (1517-1924). El último califa árabe, proveniente de Bagdad, estaba afincado en Egipto. Éste cedió al sultán turco el manto y la espada del Profeta. Estos eran los símbolos del poder supremo, religioso y civil. Hasta el día de hoy se encuentran en el palacio Topkapi de Estambul (Turquía).

¿El fin del califato?
Vimos que el siglo XX fue la época en la que el poder civil prácticamente acabó con el religioso. Los Estados Pontificios fueron anulados (1870-1929), y el papa desposeído de su último reducto de poder político. Más tarde, este se le devolvería parcialmente en la forma del Estado de la Ciudad del Vaticano.

El califato, «papado islámico», sufrió una crisis similar cuando el califato otomano, el último y que difería del original, fue formalmente anulado en 1924. También desaparece el título de «Jerife de la Meca», descendiente del profeta Mahoma que velaba sobre este sagrado lugar.

Pero pasado este punto extremo, la historia comienza a dibujar su círculo de nuevo.
Es curioso que al presidente actual de Turquía, Erdogan, se le esté tachando de apuntar maneras autoritarias y religiosas. La construcción de un palacio como residencia presidencial en una democracia, y el impulso dado a la religión musulmana en un país laico, han hecho surgir numerosos titulares. Algunos de ellos como «(…) un moderado que quiere ser el «sultán» de Turquía» (La nación.com); «Erdogan, un sultán a la deriva» (El País.com); «El nuevo palacio del sultán Erdogan» (el confidencial.com); «¿El próximo sultán?» (economist.com), etc. A esta avalancha hay que sumar las caricaturas donde el presidente aparece vestido de sultán.

Justo también cuando parecía que el califato nunca más volvería, líderes religiosos del islam vuelven a poner al poder civil bajo su tutela.
Desde 1979, en Irán la autoridad suprema depende del «ayatolá» o máximo líder religioso de la rama chií del islam. Y en Afganistán, llegó a crearse un «emirato islámico» (1996-2001) por los fundamentalistas talibanes.
El fenómeno del «califato» ocurre ahora principalmente en Nigeria y sobre todo en el reciente «estado islámico» de Siria e Irak. Este último «califa», llamado Ibrahim, cambió su nombre al de Abu Bakr. Según es.wikipedia.org, esto lo hizo en honor a «Abu Bakr as-Siddiq el primer Califa del Islam, suegro del profeta Mahoma, y a su vez el iniciador de la serie llamada «de los califas ortodoxos»».

Parece que la historia sigue su incansable ciclo. No es ahora el «sultán» turco el que ha iniciado la ofensiva contra el «califa» de Bagdad. Al contrario que antes, es ahora el «califa» de Bagdad, el que ha iniciado la guerra contra el «sultán» de Turquía.
Como se puede leer en la página de noticias de rtve.es, una vez más, «la intervención de Turquía es decisiva para frenar al Estado Islámico». Ojalá termine pronto esta sinrazón de guerras y terrorismo.

Adnhistoriadelarte.com                                                              Job Flores Fernández 2014 (c)

Anuncio publicitario

HITLER, DOMICIANO Y LAS MOSCAS

domiciano copia

En nuestro método histórico, todos tienen su paralelo. Ni una mosca se escapa, como veremos.
Los personajes paralelos que presentamos hoy son Hitler, el dictador alemán; y su homólogo de hace casi 2.000 años, el emperador Domiciano.
Según el cálculo que aplicamos sistemáticamente a todos los personajes y situaciones históricas, sus vidas fueron paralelas.

1. Las fechas.
El César Domiciano Augusto Germánico, último de la dinastia Flavia, gobernó entre el año 81 y el 96 de nuestra era. Según nuestro método, su paralelo viviría aproximadamente entre 1930 y 1945.
El Führer o líder, también germánico, Adolf Hitler encaja en esas fechas, pues  gobernó desde 1933/34 a 1945.

2. La dictadura y la megalomanía.
Mientras los anteriores emperadores se conformaron con el título de «princeps civium» o el «primero de los ciudadanos», Domiciano se designó a sí mismo «domine et deus», esto es «señor y dios», y fomentó el culto al emperador. Creía que su destino era liderar a Roma hacia una nueva época de gloria.
Anuló el Senado totalmente, dejando el poder en un pequeño grupo de caballeros y asesores.
Se autoproclamó «censor perpetuo», controlando obsesivamente a los actores y prohibiendo hasta las actuaciones públicas de los mimos, por temor a que realizaran críticas solapadas contra él.

Hitler adoptó a sí mismo un titulo que ningún otro gobernante llevó antes que él, el de «führer», esto es, caudillo o líder en sentido espiritual, político y militar de del tercer Reich o Imperio Alemán. Su saludo implicaba un reconocimiento casi divino, pues el «Heil Hitler!» significa literlamente: «Salve, Hitler».
Estableció una implacable dictadura y persiguió a los artistas e intelectuales de su tiempo que podían criticarle.

3. Perseguidores de judíos y cristianos.
Para personajes que demandaban una adhesión total, judíos y cristianos (que adoraban a un solo dios) les eran un estorbo.

Sobre los judíos, el Talmud recoge una escena en la que un emperador sanguinario, que se entiende es Domiciano, pregunta  disimuladamente como debe hacer para eliminar a los judíos. Un consejero de palacio, llamado Keti’ah bar Shalom (se piensa que era Flavio Clemente), responde que es imposible deshacerse de ellos, para disuadir al emperador de sus planes. El emperador manda ejecutar a este simpatizante judeocristiano. Se sabe que grabó a estos con fuertes impuestos, y Eusebio de Cesarea cuenta que fueron duramente perseguidos.
Del odio de Hitler hacia los judíos, poco hay que explicar, pues unos 6.000.000 de judíos fueron masacrados en su mandato.

En cuanto a los cristianos, Eusebio de Cesarea cuenta igualmente la persecución y el maltrato que sufrieron: «En realidad fue el segundo que instigó la persecución contra nosotros, aunque su padre, Vespasiano, no había concebido nada insólito contra nosotros.» A continuación, narra el destierro del apóstol Juan durante su mandato: «Por aquel tiempo, según la tradición, el apóstol y evangelista Juan (todavía vivo) fue condenado a residir en la isla de Patmos por su testimonio del Verbo Divino.»
Hitler persiguió igualmente a los cristianos que rechazaron darle honores divinos o apoyar su política. Religiosos católicos, protestantes, y de otras confesiones fueron perseguidos bajo su dictadura. Entre ellos, el caso de los Testigos de Jehová fue especialmente notable, porque se negaron como grupo, no solo como individuos aislados, a apoyar la dictadura. Puesto que no realizaban ni tan siquiera el saludo hitleriano, unos 2.500 fueron asesinados bajo el mandato del dictador.

4. Memoria prohibida.

En sinek.es leemos lo siguiente sobre Domiciano:  «(…) ostenta el récord de ser el único emperador sobre el que el Senado emitió de manera oficial un damnatio memoriae (…) (literalmente, «condena de la memoria»). Consistia en relegar al olvido a una persona que, debido a su falta de virtudes, no merecía ser recordada. El palacio de Domiciano fue rebautizado como «Casa del Pueblo», su nombre fue eliminado de todos los registros públicos, sus monedas fueron fundidas, y sus arcos y estatuas fueron derribados (casi todas las estatuas que han llegado hasta nuestros días se hallaban en provincias). En cuanto a sus retratos, la mayoría de ellos se retocaron (el PhotoShop de la época) para que representaran a Galba, el nuevo emperador.

Y en es.wikipedia.org leemos sobre Hitler:
«El nazismo y cualquier reminiscencia ideológica afín fueron prohibidos en casi toda Europa; de hecho no se pueden publicar textos de orientación nazi ni utilizar públicamente esvásticas y otros símbolos hitlerianos sin riesgo de cometer falta o delito punible.
La publicación del libro Mein Kampf de Hitler está prohibida en muchos países europeos, principalmente en Alemania desde 1945 «.

5. La obsesión por las moscas
Esto es una curisidad, por dar un toque de humor a tamaña tragedia.

De Hitler se cuentan al menos dos anécdotas en las que el dictador mandó al frente a algunos soldados que no habían atendido a sus ordenes de cazarle una mosca que le molestaba.
Una ocasión fue en Berlín, y nos lo cuenta Christa Schroeder. El autócrata mandó a un soldado de las SS a matarle una mosca que le molestaba. El comandante, pensando que era una broma, fingió no haber oído la orden. Hitler le grito: «¡Usted es un inútil!. (…) usted, todo un comandante de las SS ¡no puede matar ni una mosca!». Inmediatamente fue enviado al frente ruso.

En otra ocasión, Darges, de las SS y guardaespaldas de Hitler, fue despedido y mandado al frente en Stalingrado cuando no obedeció la orden del dictador de cazarle otra mosca.
Ante la orden de exterminio de la mosca, Darges en tono bromista, respondió que al tratarse de un asunto aéreo, era mejor que le encargara esa misión a la Luftwaffe (fuerzas aéreas). Hitler respondió: «Si no es capaz de mantener a distancia ni una mosca, eso significa que no necesito un guardaespaldas como usted (…) Deberías estar en el frente del Este».

Lo curioso, es que los hombres de Domiciano también hacían bromas respecto a la obsesión del emperador por las moscas.
Suetonio cuenta que Domiciano estaba tan obsesionado con las moscas, que se encerraba a diario durante horas para cazarlas y traspasarlas con un punzón.
Esto causaba comentarios burlescos entre sus hombres de confianza.
Cuando a uno de ellos (llamado Quinto Vibio Crispo), se le preguntó que si había en la habitación alguién con el emperador, él respondió: «ne quidem musc», esto es, «ni una mosca».
Esperemos que Quintio Vibio Crispo, por su broma sobre las moscas, no fuera también enviado al «frente del Este» de su tiempo, esto es, en la guerra de Domiciano contra los dacios.

En conlusión, vemos una vez mas que hasta los dictadores, y hasta sus moscas, tienen su paralelo en el ciclo histórico. «Ne quidem musc» («ni una mosca»), escapa al ciclo de repeticiones de la historia.

adnhistoriadelarte.com                                                                 Job Flores Fernandez 2014 (c)

LA ÉPOCA DE LOS MAQUIAVELOS

makia

LA ÉPOCA DE LOS MAQUIAVELOS
Cuatro personajes paralelos en espacio y tiempo.

Maquiavelo
En un artículo anterior, titulado » La escuela de Atenas ¿o la de Florencia?», hablamos acerca de Maquiavelo. Este filósofo florentino plasmó su saber en el primer manual de política moderna titulado «El Príncipe». Tanto el manual, como él mismo, influyeron enormemente en la política de su época. Él mismo, en persona, fue consejero de los más importantes gobernantes de su tiempo.
En el libro «El Imperio de Carlos V: cuatro ensayos», escrito por Mario Crespo López y Oscar Portugal García, leemos: «Carlos V gustaba de leer a Maquiavelo, y recomienda a su hijo su lectura (…)». Esta admiración la heredó tal vez de su abuelo, el emperador Maximiliano I, a quien el propio Maquiavelo fue a aconsejar en persona a Alemania en 1507.

Aristóteles
Según nuestro método de cálculo histórico, su rol fue parecido al de Aristóteles. Filósofo griego, tuvo la encomienda de formar a uno de los mas grandes gobernantes de la historia, Alejandro Magno. Una influencia parecida a la ejercida por Maquiavelo a los emperadores Maximiliano I y Carlos V, gobernantes de vastos territorios.

Vimos también, que aquello de que «el fin justifica los medios», es una idea clave que hallamos tanto en aristóteles como en Maquiavelo. Es esto lo que justifica que el adjetivo «maquiavélico», se aplique a personas que actúan con astucia y engaños para conseguir sus fines.

Kautilia
Si la semejanza entre uno y otro es sorprendente, un nuevo personaje paralelo no se queda atrás.
Si pasamos las fechas de la vida de Maquiavelo (1469-1527) al método histórico, el resultado que buscamos es un personaje que vivió aproximadamente entre el 375 y el 320 a. C. La vida de su paralelo, Aristóteles, es 384-322 a.C.
Pues con esto en mente, podemos presentar al tercer «Maquiavelo» en paralelo de la historia: Chanakia, el llamado «Kautilia» (350-283 a.C.)
Contemporáneo, aunque más joven, que Aristóteles, este estadista aconsejó al «Alejandro Magno» de la India, Chandragupta Maurya. Este último fundó el primer imperio de la India, como hiciera Alejandro Magno en Grecia.

Chanakia fue consejero del emperador Maurya, y escribió su famoso tratado político «Arthashastra» («Ciencia Política»). Este es el paralelo en la India de la obra «El Príncipe» de Maquiavelo.
Tanto es así, que sus contemporáneos lo llamaron «Kautilia», que significa: «‘falso, engañoso, deshonesto, astuto, maquiavélico’» (es.wikipedia.org)

En la mencionada enciclopedia, leemos:
» Según el profesor Roger Boesche en su libro La primera gran política realista: Kautilya y su «Arthashastra»:
«Volver a leer el «Arte de la Guerra» de Maquiavelo, después de haber leído los escritos militares de Kautilya es conmovedor».

Y Max Weber, en La política como vocación (1919) dice:
«(…) «maquiavelismo» radical, en el sentido popular de la palabra, se expresa en la literatura india de la Arthasastra de Kautilya (…): en comparación con ella, El Príncipe de Maquiavelo es inofensivo».

Sun Tzu
Y puestos a pedir, ¿por que no otro personaje paralelo más? Vamos a China.
Sun Tzu, el gran maestro, es un nombre dado a Sun Bin.
Murio en el 312 a.C. Con lo que igualmente fue contemporáneo de los anteriores personajes, y paralelo en la historia con Maquiavelo.

Maquiavelo escribió «El Arte de la Guerra» en 1520, y Sun Bin «El Arte de la Guerra», mismo título y rol a miles de kilómetros .
Sun Bin fue servidor del rey Wei, del estado de Qi. De nuevo, «el Alejandro Magno» de la China y su asesor militar.

Conclusión
¿Como es posible que hayan surgido tantos «maquiavelos», separados por miles de kilómetros? No es posible que uno transmitiera sus conocimientos a otros, pues Aristóteles, Kautilia y Sun Tzu vivieron al mismo tiempo, en paralelo geográficamente.
Maquiavelo, sí pudo saber de ellos, pero lo sorprendente es que según nuestro método, viviera exactamente en fechas paralelas a todos ellos.

Peor aún es si pensamos, que esos poderosos gobernantes y sus imperios, surgieron al mismo tiempo en el método: Carlos V, Alejandro Magno, Chandragupta Maurya, y Wei de Qi. No son cualquier clase de emperadores, sino practicamente los primeros y más poderosos de su clase.
Todo un misterio. Tal vez algún día encontremos a alguien que responda a esta pregunta. Alguien que en lugar de escribir maquiavelicamente sobre «El Arte de la Guerra» escriba honestamente sobre «El Arte de la Historia».

Adnhistoriadelarte.com                                                                         Job Flores Fernandez 2014

¿MARCIA, O ROSALBA? PINTURA, MUJER Y MARFIL AL MISMO TIEMPO.

IAIA copia

¿MARCIA O ROSALBA? PINTURA. MUJER Y MARFIL AL MISMO TIEMPO.

Iaia de Kyzicos, a quien llamaron «Marcia», fue una artista pintora que trabajó en Roma.
Por ser contemporánea de Marco Terencio Varrón, sabemos que su vida coincidió en algún momento con la de su padre, entre el 116 y el 27 A.C.
Plinio el Viejo habla de ellaen su Historia Natural (35.40,147.L ) La autora de «Las chicas del óleo», Isabel del Río, también habla de ella. En resumen podemos decir que:

– Se dedicaba a la pintura, sobre todo de retratos femeninos.
– Hacía trabajos grabados en marfil, de figuras femeninas.
– Tuvo un enorme éxito y fue más cotizada que pintores de su época.
– Estuvo soltera toda su vida.

¿Nos revelará nuestro método un personaje paralelo?
Las fechas que nos da nuestro sistema de estudio serían entre 1730 y 1820 d.C.
¿Hay alguna pintora comparable en Occidente en esta época?
Sí, demasiado parecida además. Rosaba Carriera (1675-1757), pintora veneciana.
Las citas que hago a continuación, corresponden al artículo de Rosalba Carriera en Wikipedia:

– Se dedicaba al retrato. Retrato a la nobleza de media Europa: «(…) sus retratos tuvieron gran demanda. Mientras estaba en París, (…), pintó a Watteau, toda la nobleza y la realeza, desde el rey y el regente hacia abajo»

– Hacía miniaturas en marfil. Encontrar una pintora, que además trabaje marfil es sumamente raro. De hecho » Fue la primera que utilizó el marfil en las miniaturas, lo que le dio esa luminosidad característica de sus obras,(…)» «Con la popularidad del tabaco en polvo o rapé, comenzó a pintar miniaturas para las tapas de las cajitas de rapé, y fue la primera pintora que usó marfil con este propósito. Comenzó,su carrera artística pintando estas cajitas con graciosas figuras femeninas que más tarde hicieron su fortuna traspuestas a la miniatura sobre marfil.»(…)

– Tuvo enorme éxito, más que muchos pintores de su época. «En 1705, fue aceptada como accademico di merito por la Academia de San Lucas romana, un título reservado a los pintores no romanos, con la miniatura sobre marfil Fanciulla con colomba . En 1720 es admitida en la Academia de Bolonia. (…) Fue elegida miembro de la Academia Francesa por aclamación (…)» «Lanzó la moda de la pintura al pastel durante su estancia enParís en 1720».

– Sobre su soltería: «Tuvo muchos amigos masculinos, pero no llegó a casarse.»

La historia se repite. Ante situaciones parecidas, artistas parecidas hasta lo sorprendente. Marcia, como Rosalba: pintura, mujer y marfil, al mismo tiempo.

adnhistoriadelarte.com                 JOB FLORES FERNANDEZ 2014 (C)

ESOPO HA VUELTO. MORALEJA: LA HISTORIA SE REPITE.

esopo copia
ESOPO HA VUELTO. MORALEJA: LA HISTORIA SE REPITE.

Esopo, el genial fabulista griego también tuvo su renacer en el ciclo de la historia.
En sus fábulas, la tortuga adelanta a la liebre, pero en el ciclo de la historia, los personajes ni se adelantan ni se atrasan en sus repeticiones paralelas.

No se sabe a ciencia cierta pero parece que vivió en Armorium , antigua ciudad turca al sudeste de Ankara.
Tampoco hay consenso entre las fechas de su nacimiento y muerte. Las fechas máximas que se dan son entre el 620 y el 510 a.C. (Wikipedia.org)
Según nuestro método, esto sería aproximádamente entre 1230 y 1330 d.C.

¿Hubo un renacer de las fabulas esópicas en esta época?
Maximus Planudes es la respuesta. Griego como Esopo, vivió también en lo que hoy es Turquía, en Izmit, la antigua Nicomedia. Esto está solo a unos 350km de la ciudad de Esopo.
Las fechas de su vida también encajan, pues vivió entre el 1260 y el 1330 ó 1353 d. C.
Y lo más notable, que escribió la obra llamada «Vida de Esopo». Esta consta de una biografía y por supuesto, una recopilación de sus fábulas.

No fue este un hecho aislado. En España al menos, el interés por Esopo resurge también en esta época.
La Universidad de León tiene un programa de investigación específico sobre el renacer de las fábulas esópicas en este siglo.
En fele.unileon.com, leemos:

«El proyecto actual se centra en el siglo XIV por ser en esta época cuando la fábula esópica ofrece dentro de la Literatura española medieval ejemplos de mayor relevancia y calidad (…)»

Y cita una de estas obras, muy conocida:

«El Libro de buen amor, una de las tres obras principales de la Literatura medieval en castellano y la más importante del siglo XIV, reúne un conjunto de 25 fábulas, por lo que es considerado por Morreale un Esopete castellano».

Es curioso que se le llame «Esopete», es decir, compendio de fábulas de Esopo.
El Libro de buen amor, se escribió en 1330 ó 1343. Esto es, exacamente las fechas obtenidas por el método histórico.
Moraleja: Esopo ha vuelto, luego la Historia se repite.

adnhistoriadelarte.com                JOB FLORES FERNÁNDEZ 2014