AUTORES CICLICOS

EL CICLO SEXAGENARIO NO ES CUENTO CHINO

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EL CICLO SEXAGENARIO NO ES CUENTO CHINO

“El año del Perro”, “el año del Cerdo”, “el año del Dragón”… esto en occidente nos suena a chino doblemente. Por un lado, porque sabemos que esas denominaciones vienen de la lejano oriente; y por otro lado, porque no solemos entender el porqué de esos apelativos.
En este artículo estudiaremos el concepto temporal chino, absolutamente cíclico y, aunque antiquísimo, a la última en cuanto a predicciones se refiere.

El llamado “ciclo sexagenario” es la manera tradicional de contar el tiempo en China, y que luego se exportó a otros países orientales. ¿En qué consiste?
De todos es sabido que en occidente, contamos largos períodos de tiempo en siglos. “Siglo” viene de una palabra latina (saeculum) que significa “generación”. Es por ello, que actualmente adjudicamos 100 años (una vida muy larga) al siglo. Y usamos esa unidad de tiempo, una generación de 100 años, para acotar las diferentes épocas con sus peculiaridades.
Por ejemplo, la famosa obra de Voltaire en la que se narra la época del absolutismo, se tituló “El Siglo de Luis XIV”. Esto es una clara alusión a la generación que forjó aquel período.
Curiosamente, nuestro Ciclo Medio, similar al de Howe-Strauss, tiene una duración parecida.
Los chinos sin embargo, cuentan la historia en ciclos más cortos, concretamente de 60 años. Es lo que llaman “Ciclo Sexagenario”.

¿Qué se supone que transcurre en esos 60 años?
Lo que para nosotros sería una era, un siglo, una generación, una época. Una manera de hacer las cosas que empieza y termina junto con la vida de las personas que la inventaron, la usaron, y la vieron quedar obsoleta.

¿Cómo funciona?
Según la tradición, 60 es el número resultante de combinar dos ciclos: uno de diez etapas, llamados “Troncos Celestiales”, con otro de 12 etapas, llamadas “Ramas Terrenales”.
Para denominar al primer año, se une el primer “tronco” con la primera “rama”, y así sucesivamente. Puesto que hay 10 troncos y 12 ramas, hay un total de 60 combinaciones, que son los 60 años del ciclo.
Los “Troncos” llevan los nombres de los cinco elementos chinos (madera, fuego, tierra, metal, agua) pero al doble, por lo que son 10. Al parecer, son dobles porque se representa dos cualidades de cada elemento, es decir: madera ying y madera yang. Que sería algo así como “madera positiva” y “madera negativa”.
Las “Ramas” llevan los 12 nombres del zodiaco chino: “Rata”, “Buey”, “Tigre” etc.
Así, al primer año del ciclo se le denomina por ejemplo “Yang Madera (1º tronco) Rata (1º rama).”

¿Por qué combinar 10 troncos y 12 ramas? ¿Por qué 60 años?
Aunque nunca he leído la respuesta, estos números nos son bien conocidos como herencia de la antigua Sumeria, transmitida por los babilonios. O tal vez los chinos llegaran a esos números por las mismas circunstancias.
El caso es que hoy una hora tiene 60 minutos y estos 60 segundos por los sumerios, y nuestro día tiene 24 horas gracias a ellos. ¿Cómo dieron con estos números y con el sistema sexagesimal?. Me explico.
El día tiene doce horas, al parecer, porque los sumerios contaban con el pulgar señalando sobre las falanges de los cuatro dedos restantes. Si hacemos la prueba, vemos que no podemos contar más hallá de 12 (3 falanges por 4 dedos, excepto las del pulgar que usamos para contar).
Así, pensaron que lo más cómodo para el humano era dividir el día en doce horas. Si le sumamos otras doce de la noche, ya están las 24.
¿Pero cómo contamos con las manos, más allá de 12? Levantando un dedo de la otra mano cada vez que contamos, así nos vamos acordando de las veces que contamos 12.
Cuento 12, y levanto un dedo de la otra mano. Cuento 12 más, y levanto un segundo dedo…12 por 5 dedos, 60 exacto. 60 será por tanto el siguiente número perfecto para contar minutos y segundos.
Así, 60, 12 y 10 (por los 10 dedos) son considerados por los antiguos números “redondos”, muy cómodos y muy humanos, para dividir el tiempo. Tal vez por eso lo adoptaron rápidamente en Oriente, o tal vez ellos llegaran también contando con sus dedos, a descubrir los 10 troncos, las 12 ramas y los 60 años del ciclo.
Lo interesante es que este período sexagenario se ha venido usando, que se sepa, desde hace 4.000 años. Hay restos óseos de la dinastía Shang (1766-1046 a.C.) que prueba que se usaron para denominar los días. Y desde la dinastía Han al menos (202 a.C.) se viene usando para contabilizar los años. Tal vez por el uso de los nombres del zodiaco, también se usó en relación con la adivinación y la astrología.

¿Pero qué tiene que ver esto con nuestros ciclos históricos?
Pues bien, nuestro Ciclo Corto tiene una duración aproximada de 60 años, que es prácticamente lo mismo que dura el ciclo económico de Kondrátiev, y sí, lo mismo que el ciclo sexagenario chino. Pero no queda ahí la cosa.
Si ya me sorprendí cuando vi que mi Ciclo Corto era muy similar al de Kondrátiev, de quien ni había oído hablar, imagínense mi asombro ante lo que cuento ahora.

Nótese que no se trata ya solo de coincidir en la duración del ciclo, sino en cuando comienza y cuando acaba.
Nuestro Ciclo Corto cuadra a la perfección con la duración, inicio, y fin de los de Kondrátiev, sin llegar a ser el mismo.
Pero lo asombroso es que también encaja exactamente con el milenario ciclo sexagenario chino.
En el “Boletín de Estudios Económicos” apareció en 2004 un documento titulado “La evidencia de los ciclos temporales en los mercados financieros”, escrito por Ramón Jesús Ruiz Martínez y Antonio de la Torre Gallegos (Universidad de Sevilla).
En este interesante estudio, se hablaba de los ciclos de Kondrátiev, de unos 60 años, en el mercado bursátil americano. Citando del Dow Jones y con complejas gráficas, se muestra que un ciclo económico se inició en 1932 (tras la crisis del 1929) y terminó con el crack de 1987.
Siguiendo esa dinámica, el ciclo actual, que se inició en 1987, debe terminar sobre el 2041.

¿Qué nos dicen sobre estos números nuestro Ciclo Sexagenario chino?
Según esta manera milenaria de contar el tiempo, el ciclo de sesenta años en el que nos hallamos inmersos ¡comenzó en 1984 y finalizará en 2044!.
¿Pudo un señor chino, o sumerio, de hace 4.000 años, sin más ayuda que la de contar con los dedos, avanzarse con tanta exactitud al definir la duración de los ciclos de la historia?
No es cuento chino. Ni sumerio tampoco. Se llama “ciclo sexagenario”, o “ciclo de Kondrátiev”, y para nosotros, “Ciclo Corto”.

JOB FLORES FERNÁNDEZ 2016 ©                                           ADNHISTORIADELARTE.COM

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ECONOMISTAS CÍCLICOS

KONFRATIEV

ECONOMISTAS CÍCLICOS

«Money makes the world go round» (el dinero hace que el mundo gire). Esta famosa letra de cabaret dice una gran verdad. La cuestión es, ¿gira el mundo económico en ciclos precisos? Esto sería muy lógico, pues economía, arte, guerra y política están muy relacionados.

En nuestra serie de artículos sobre autores cíclicos, hoy analizamos un economista que halló ciclos precisos de tiempo en los vaivenes de las riquezas.

Se trata de Joseph Alois Schumpeter (república Checa,1883 – EE. UU.,1950) este destacado economista fue ministro de finanzas en Austria y profesor de la Universidad de Harvard (EE.UU.) Escribió obras como Teoría del desarrollo económico (1912), Los ciclos económicos (1939), Capitalismo, socialismo y democracia (1942) y La historia del análisis económico (póstuma, 1954).

Joseph pasa a describir tres ciclos económicos. Todos llevan el nombre de otros economistas cíclicos:

– El ciclo de Kitchin, de 40 meses.
– El ciclo de Juglar, de 10 años.
– El ciclo de Kondrátiev, de 60 años.

Este ciclo «largo» es muy relevante. N. D. Kondrátiev(1892-1938) fue un destacado economista ruso que murió fusilado por sus ideas.
Kondrátiev establece este ciclo siguiendo la siguiente serie de años:

1790-1815 positivo y 1815-1849 negativo
1850-1873 positivo y 1873-1896 negativo

Sin saber que este ciclo de Kondrátiev existía como tal, llevo 10 años usando un ciclo similar de unos 60 años en mis estudios de historia cíclica.
Llegué a ese numero seguro de la misma manera que llegaron Kondrátiev y Schumpeter: por pura evidencia al contrastar los resultados. Ellos llegaron a ese ciclo a través de la economía, yo a través del producto de la economía, el arte.

El proceso que Schumpeter describe es similar al que explico en mis conferencias, solo que yo lo aplicaba a la creatividad en el arte. El ciclo de unos 60 años se divide en 30 años de ascenso y 30 de descenso. El funcionamiento sería el siguiente.

Ascenso:
1. Un emprendedor tiene una idea revolucionaria que funciona. Por mera imitación, grupos de emprendedores se unen a la innovación.
2. Las ganancias se disparan, pero a la vez que se asciende la lucha y la competición cada vez es mas dura, pues cada vez más emprendedores se unen al invento.

Descenso:
3. Cuando llega a la cima, lo «nuevo» se ha hecho tan normal, que el emprendedor se convierte en un empresario más, que solo administra un «territorio conquistado».
4. El mercado tiende al equilibro, y una vez que la expansión inicial ha sido absorbida, se entra en una fase de estancamiento y depresión. El mercado se ha saturado. Lo nuevo ya es viejo.

Los discípulos de Shumpeter se encuentran hoy diseminados en universidades o son economistas en Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Holanda, Suecia, Japón y Estados Unidos.
Pero una duda pende sobre este método. Joseph se preguntaba: ¿Por qué no ocurre el desarrollo económico, con la misma regularidad con que crecen los árboles, sino a saltos? ¿Por qué presenta esas alzas y bajas características?
Entonces afirma que la innovación y los emprendedores son la base del progreso del sistema económico, y que la acción de uno solo, abre los ojos a los demás, formando grupos que levantan la economía. Aun así, la pregunta sigue sin resolver: ¿por qué aparecen los emprendedores de manera rítmica, con alzas y bajas?

En este caso como en el de otros economistas cíclicos, falta una razón empírica que demuestre por qué se producen esos ciclos.
Como en el caso Deulofeu, el mío propio, y otros, existe una reticencia por parte del público a pensar que esa periodicidad tan exacta sea posible. Y el verdadero problema reside en explicar empíricamente POR QUÉ se producen

Pero lo que siempre está claro y es fácilmente demostrable es que el ciclo preciso existe.
¿Como si no se explica que un farmacéutico, un empleado de banco, economistas, un ministro y un profesor de arte, de distintas épocas y sin conocerse, hallan llegado a la misma cifra exacta?

Un sismógrafo simplemente registra la acción del sismo. Aunque no sepa por qué se produce, lo que esta claro es que las vibraciones se producen y el terremoto está a las puertas.
Ignorar esto sería como negar que el día tiene 24 horas solo porque no entendamos porqué son 24 y no 23 ó 25. Aunque no supieramos que la razón es la rotación de nuestro planeta, el día seguirá teniendo 24 horas, y negarlo o ignorarlo no tendría ningún sentido.
No saber la causa de un fenómeno no debería llevarnos a negar su existencia o ignorarla.

Aún así, existe una explicación bastante sencilla: los grandes eventos de la naturaleza se mueven en ciclos precisos en el tiempo. Los humanos somos parte de ella, y nos movemos en ciclos. Puesto que nuestra vida está limitada por una serie definida de años como media, lo lógico es que nuestras acciones también lo estén.

Como conclusión, admito que no sé si es «el dinero el que hace girar al mundo» o el mundo que hace girar al dinero. Lo que sí está claro es que el giro durará unos 60 años.

ADNHISTORIADELARTE.COM                                           JOB FLORES FERNÁNDEZ 2015 (C)

DEULOFEU, CATALUÑA, Y SU MATEMÁTICA DE LA HISTORIA

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DEULOFEU, CATALUÑA, Y SU MATEMÁTICA DE LA HISTORIA

Alexandre Deulofeu (1903-1978). Lo llaman cariñosamente «el Nostradamus del Ampurdán» o «el Nostradamus catalán». Este farmacéutico criado en Figueras, vecino y amigo de Dalí, propuso una teoría cíclica de la historia.
En la página web «deulofeu.org» se puede aprender de él a través de su nieto, Juli Gutiérrez Deulofeu. Él cuenta algunas curiosidades de su abuelo en un artículo con fecha 29 de diciembre de 2014 en el periódico «La Vanguardia».
Se dice que Dalí lo admiraba por sus estudios, y pintó a su padre en el famoso cuadro titulado «El farmacéutico del Ampurdán no busca absolutamente nada» (1936). A mi me recordó la famosa frase de Dalí dirigida a Mae West y alusiva a Deulofeu: «Tenéis los mismos labios que el farmacéutico de Figueres».
Tal era la admiración del pintor, que regaló un libro sobre historia cíclica que había escrito Deulofeu al propio Nelson Rockefeller.se dice que George Soros, el especulador financiero que provocó la quiebra del Banco de Inglaterra en 1992, tenía a Deulofeu como consultor privado.
Deulofeu a través de su «matemática de la historia» anunció la caída del muro de Berlín, que Alemania gobernaría a Grecia como ocurre hoy, y la inminente independencia de Cataluña.

La matemática de la Historia

Pero a parte de estas curiosidades, lo que nos interesa de esta mente privilegiada es su teoría cíclica de la historia. Está registrada en su obra «La paz en el mundo por la matemática de la Historia» (1951).

El resumen de su teoría, concuerda plenamente con Splenger, Toynbee y mi propio método:
Cada civilización es un ser vivo: nace, crece, madura, agoniza y muere.

Pero Deulofeu, va más allá y fija un patrón de tiempo fijo, matemático, en cuanto a la duración de la vida de una civilización:

Cada civilización pasa por tres ciclos de 1.700 años cada uno.
Dos fases por ciclo:
a) 650 años de creatividad y libertad
b) 1.050 años de unificación y despersonalización
Los imperios duran unidos una media de 550 años.
Saber esto me conmocionó mucho, porque esa son básicamente las conclusiones a las que yo había llegado sin conocer la obra de este escritor ni de los anteriormente mencionados. La única diferencia es que en lugar de 1.700 años, mi patrón de repetición es aproximadamente unos cien años mayor. De todos modos, un error de unos 100 años en 2.000 años de historia es un margen minúsculo.

La idea es bien sencilla, probable y fácil de seguir:

1º CICLO
a) pueblos ibéricos en autonomía
b) Unificación de pueblos ibéricos bajo Roma por unos mil años: Hispania.

2º CICLO
a) Vuelta a la autonomía de los pueblos ibéricos por unos mil años en la Edad Media.
b) Unificación de los pueblos ibéricos bajo Castilla por unos mil años: España.

3º CICLO
a) Vuelta a la autonomía de los pueblos ibéricos por unos mil años.
etc…

El modelo de gráficas que hace Deulofeu, encaja perfectamente con el que yo tenía hecho y registrado como «Historia Cíclica de España» y que aún no se ha publicado.
En la gráfica de la ilustración se ve la perfecta armonía de ambos modelos cíclicos.
Esta ilustración se ha hecho en concreto para esta página y se centra en la historia de Cataluña frente a la de Castilla.
En el artículo de la independencia de Escocia, vimos al detalle un proceso de independencia paralelo al caso catalán.

Personalmente, no estoy ni a favor ni en contra de estos procesos naturales de unificación y autonomía. Simplemente me remito a registrarlos, como un sismógrafo registra las sacudidas de un terremoto sin tener nada que ver con él.
Tampoco creo que sea esta una ciencia exacta, si bien es cierto que la tendencia de los acontecimientos en general sí es bastante concreta y predecible hasta cierto punto.

Una nota positiva

Notemos que el título del libro es «La paz en el mundo por la matemática de la Historia».
El deseo de Deulofeu era que el conocimiento de estos ciclos naturales promoviera la paz entre los pueblos y se evitaran las guerras. La idea básica es: si todos los imperios tienen fecha de caducidad ¿por qué destruir tantas vidas en vano por ellos?

En la mencionada entrevista para La Vanguardia, el nieto de Deulofeu reconoce que estos sucesos de unificación y desintegración siguen una matemática fija y son ineludibles. Y termina diciendo: «de nosotros depende que sea de modo traumático o fraternal».

Dalí pintó al farmaceutico de Figueras «no buscando absolutamente nada». Yo no sé si iba buscando algo o no, pero sí creo que encontró algo muy importante: un patrón de repetición bastante exacto de la cíclica historia de la humanidad.

Adnhistoriadelarte.com                                                     JOB FLORES FERNÁNDEZ (C) 2015

ARNOLD J. TOYNBEE Y SU ESTUDIO DE LA HISTORIA…CÍCLICA

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ARNOLD J. TOYNBEE Y SU ESTUDIO DE LA HISTORIA…CÍCLICA

Arnold Joseph Toynbee, (14 de abril de 1889, Londres – 22 de octubre de 1975) fue un especialista en filosofía de la historia, que creó una concepción cíclica de la historia. A diferencia de Spengler, del que hablamos en otro artículo, él pensaba que una cultura que supiera resolver sus problemas sería capaz de escapar al fin natural del ciclo, que es la desaparición. Su obra clave, Estudio de la Historia, una obra de 12 volúmenes escritos entre 1939 y 1961.

A continuación citamos un resumen de su teoría según aparece en elgrancielo.blogspot.com.es, a la vez que comentamos las similitudes y diferencias con nuestro método.

UNA HISTORIA CÍCLICA Y LINEAL

«En ese sentido, los ciclos históricos de Toynbee no llevan a una concepción cíclica de la historia, sino a que la historia marcha «hacia adelante», pero con retrocesos que son purificaciones de aspectos malos o negativos que impiden seguir progresando».

«Para explicar esto emplea la metáfora de las «ruedas de carreta», que giran monótonamente sobre su propio eje y no van a ninguna parte por sí mismas, pero que sirven a un fin más trascendente que la rueda en sí misma, cual es el impulsar el vehículo completo que apoyan, hacia adelante».

El método que empleamos sigue estos principios, pues como dijimos desde el principio, cada año es diferente del anterior aunque las cuatro estaciones se siguen repitiendo.
Una concepción de historia cíclica complementa a una lineal, no son modelos opuestos.
Y evidentemente, los avances técnicos y de cualquier otro tipo se heredan y se mejoran.
UN CICLO DE TRES TIEMPOS Y MEDIO
A continuación resumimos la teoría de Arnold Toynbee a través de un ejemplo puesto por él mismo, la civilización helénica:

Primer tiempo:
a) Caída: comienza con un colapso general y una entrada en un llamado «tiempo de angustia» en el que se forman estados fragmentarios o parroquiales.
b) Recuperación: Le sigue una recuperación consistente en la pacificación de las guerras que han llevado a la formación de esos estados.
Arnold habla de las guerras intestinas iniciales entre los estados griegos, como Atenas y Esparta, y al statu quo o estabilidad que se consiguió más adelante.

Segundo tiempo:
a) Caída: los estados parroquiales o fragmentarios luchan entre sí por la supremacía.
b) Recuperación: los estados fragmentarios son absorbidos y se forma un estado universal.
A. Toynbee se refiere a las nuevas luchas surgidas con las guerras púnicas y al siguiente estado de unificación que trajo el Imperio Romano en su fase inicial, desde Julio César al último Antonino.

Tercer tiempo:
a) Caída: crisis del estado universal.
b) Recuperación: restablecimiento del orden en el estado universal.
El escritor hace referencia a la crisis tras la muerte de Alejandro Severo y a la recuperación aparente bajo los gobiernos despóticos de Diocleciano y Constantino, a la vez que se expande el cristianismo.

Tercer tiempo y medio:
a) Caída final: destrucción del estado universal, creación de estados sucesores bárbaros, y desintegración de la sociedad.
Invasión de pueblos germanos y formación de Reinos Germanorromanos antes del interregno final.

En la gráfica que adjuntamos, se ve claramente como las fases de nuestro método coinciden perfectamente con lo propuesto por Arnold Toynbee, a pesar que desconocía la teoría de este autor. De nuevo estudios separados que convergen en un punto: el del círculo del tiempo de una historia cíclica.

El avance que supone nuestro método es que hemos hallado un patrón de tiempo fijo en el que estos ciclos se repiten.
Como se verá, con todos los respetos nos hemos permitido añadir un «medio tiempo» que a nuestro parecer faltaba, y que consiste en la recuperación que supuso el Imperio Carolingio antes de la descomposición final de la que surgirían los estados modernos.

Para finalizar, decir que este mismo esquema del mundo griego y romano es aplicable a nuestra civilización, como se explicó en el artículo «Spengler y la Decadencia de Occidente», y que no estamos aventurando en la Tercera Fase de Arnold Toynbee, como vimos en el artículo «La época más feliz de la humanidad».
Sobre si una cultura está destinada a desaparecer o puede escapar del ciclo inevitable ¿Tendrá razón el Spengler o Arnold Toynbee? ¿Esta nuestra cultura destinada a desaparecer como todas las anteriores? ¿Seremos capaz a diferencia de nuestros antecesores de encontrar la clave que nos permita superar nuestras diferencias y romper este ciclo?

Adnhistoriadelarte.com                                                         JOB FLORES FERNÁNDEZ 2014 (C)

SPENGLER Y «LA DECADENCIA DE OCCIDENTE»

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Oswald Spengler (1880-1936) fue un filósofo e historiador alemán que creó un modelo de historia cíclica. Su obra más conocida es «La decadencia de occidente» (1918-1923), compuesta de dos tomos.

A continuación remito el resumen que en Wikipedia se hace sobre esta obra.

Por los comentarios que añado se puede ver que, aunque no he leído aún esta publicación, mis conclusiones son muy parecidas a las de Spengler. La diferencia es que mi método no solo es un esbozo, sino que hablamos de un patrón fijo de tiempo. Es una concreción científica del boceto de historia cíclica de Spengler.

Una cultura: un ciclo de cuatro fases

El resumen comienza así:

«Spengler presentaba la historia universal como un conjunto de culturas (…) que se desarrollaban independientemente unas de otras –como cuerpos individuales- pasando a través de un ciclo vital compuesto por cuatro etapas: Juventud, Crecimiento, Florecimiento y Decadencia, como el ciclo vital de un ser vivo, que tiene un comienzo y un fin determinados.»

En nuestro método, este es un ciclo fijo con un número exacto de años. Para no entrar en detalles, diremos unos 2.000 años aproximadamente.

En este sistema particular, hemos llamado a las fases: 1) Formativa, 2) Apogeo, 3) Decadencia y 4) Descomposición. Como vemos los nombres y el concepto son muy similares a los de Spengler.

Todas las culturas presentan un patrón semejante

«Además, cada una de las etapas que conformaban el ciclo vital de una cultura presentaba, según el esquema spengleriano, una serie de rasgos distintivos que se manifestaban en todas las culturas por igual enmarcando los acontecimientos particulares.»

Publicamos una serie de artículos donde es evidente que desde América a la China, personajes tipo y sucesos similares se repiten. Un ejemplo notable es la lucha entre el poder político y el religioso, que es a misma en el occidente católico (emperador/papa) que en oriente islámico (sultán/califa).

La nota novedosa que añadimos a Spengler, es que esos sucesos similares a todas las culturas se repiten al mismo tiempo, como vimos en el artículo sobre los «Maquiavelos» de la historia.

Se pueden predecir tendencias generales por comparación con el pasado

«Con base en este esquema y aplicando un método que él llamó la “morfología comparativa de las culturas”, Spengler proclamó que la cultura Occidental se encontraba en su etapa final, es decir, la decadencia y afirmó que era posible predecir los hechos por venir en la historia del occidente.»

Efectivamente, Occidente según nuestro método, también ha pasado ya la fase de Apogeo, y ha entrado en la de Decadencia. En unos 2.000 años divididos en 4 fases de unos 500 años, el punto de viraje es el siglo XX.

– La fase Formativa sería para no detallar más, desde el año 1000 hasta el 1500 aproximadamente, cuando se forman los países europeos.

– La fase de Apogeo, fue del 1500 al siglo XX aproximadamente, cuando Occidente «colonizó» el mundo.

– Y desde el fin del siglo XX, comenzó el proceso llamado de Decadencia. Es así porque comenzó la «descolonización». Este retroceso no se refiere únicamente a la independencia de colonias extranjeras, sino a la propia descomposición de los países occidentales debido al creciente nacionalismo interno.

Llegar a estas conclusiones es sumamente sencillo si comparamos nuestra civilización con la muy parecida de griegos y romanos en la Antigüedad Clásica. Aunque nuestro método precisa años con exactitud, haremos un esbozo general:

– Su etapa Formativa duró también unos 500 años. Ocurrió desde el inicio de la unificación con motivo de la primera olimpiada cerca del 800 a.C. hasta el año 300 a.C.

– Su etapa de Apogeo, iría por lógica y aproximadamente desde el 300 a.C al siglo II d.C.

En el 300 a.C. Comenzó el «helenismo» o expansión de la cultura griega, luego romana, al mundo conocido de entonces. Se las llamó «helenización» y «romanización».

– Desde el siglo II d.C comenzó la fase de Decadencia, donde Roma dejó de conquistar y comenzó a fragmentarse.

Como pretendía Spengler, predecir de manera general estas tendencias culturales sería posible. Dimos una muestra de ello con el artículo que publicamos sobre la independencia fallida de Escocia antes de que se produjera la consulta.

Estoy seguro de que la lectura de la obra de Spengler será muy interesante para el progreso de nuestro método. Este artículo abre una nueva temática sobre otros autores que abogan por una visión cíclica de la historia.

Adnhistoriadelarte.com                                 Job Flores Fernández (c) 2014