Mes: enero 2016

LA REBELIÓN DE LOS BÁTAVOS

 

julius civilis copia

LA REBELIÓN DE LOS BÁTAVOS

«La conspiración de los bátavos bajo Claudio Civilis» es el título del cuadro de mayor tamaño de Rembrandt, pintado hacia 1661. Descubramos el significado de esta intrigante obra y su paralelo histórico moderno.

 

JULIO CIVILIS
El año 69 de nuestra era trajo profundas convulsiones al Imperio Romano: el fin de la dinastía de los Julios-Claudios, la conquista de Jerusalén, y la rebelión de Julio Civilis.

Los bátavos eran un pueblo germánico que habitaba en lo que hoy es Holanda, (antes llamada «Batavia»). Aprovechando el momento generalizado de confusión y guerras que vivía el Imperio en los años 69-70 d.C; encabezaron una fallida revolución al mando del bátavo romanizado Julio Civilis.

Los insurrectos consiguieron en principio numerosas victorias contra Roma. Pero las divisiones internas y el envío de un poderoso ejército por parte del emperador Vespasiano, acabó intimidando a los rebeldes, que de nuevo se sometieron al Imperio. Julio Civilis fue encarcelado varias veces bajo el cargo de rebelión, aunque finalmente fue liberado. Es cierto que la revolución no dio el resultado esperado, pero Julio Civilis obtuvo de Roma ventajas sociales para su pueblo una vez finalizado conflicto.

Julio Civilis es recordado hoy como un héroe nacional en Holanda, al grado que Vercingétorix lo es en Francia, Viriato en España y Portugal, Buodica en Inglaterra o Arminio en Alemania. ¿Tendrá Julio Civilis un doble moderno?

 

PIETER JELLES TROELSTRA
Los años 69-70 d.C. corren paralelos en nuestro método a los de la I Guerra Mundial (1914-1918).
Es en ese momento, y en Holanda, donde debemos buscar al doble de Julio Civilis.
Nuestro personaje en este caso, se llama Pieter Jelles Troelstra (1860-1930).
Troelstra es un conocido líder socialista holandés que participó en fundar el SDAP, o Partido Obrero Socialdemócrata en su país.

Pero lo más llamativo de Troelstra, lo cual lo asemeja más a Julio Civilis, fue la rebelión fallida que encabezó en 1918. Se la llama «Semana Roja Holandesa» o también, «el error de Troelstra».
Y es que tras la revolución rusa de 1917, y la alemana de 1918-1919, Pieter Jelles proclamó una revolución socialista en Holanda en 1918. Este grito revolucionario, fue una canalización popular del sufrimiento, el hambre y las epidemias causados por la Gran Guerra.
De hecho, antes de la rebelión roja, ya un destacamento militar había comenzado una revuelta. Esto dió a pensar a Troelstra que era el momento propicio para instigar una revolución a escala nacional.

Pero Troelstra cometió un error, y es que la rebelión pilló por sorpresa a sus desconcertados seguidores. Estos no esperaban una acción semejante por parte de su líder, ni tampoco llegaron a un claro acuerdo al respecto.

Sin embargo, el gobierno reaccionó de inmediato enviando tropas a las principales ciudades. Eso fue como medida de precaución ante la amenaza de un inminente golpe de estado, que realmente nunca se produjo.

Aunque este acto hizo que el Partido Obrero fuera visto con recelo durante bastante tiempo, los gobernantes rapidamente iniciaron una serie de reformas sociales, por temor a que una rebelión así volviera a producirse.
Troelstra luchó principalmente por el sufragio universal en Holanda, y este finalmente se consiguió en 1917 para los hombres (en la llamada «Pacificación de 1917») y en 1919 para las mujeres.
Por eso, Troelstra, como Julio Civilis, es tenido como un personaje inspirador para los holandeses en lo referido a la lucha por los derechos civiles. Hasta el día de hoy, sus partidarios aún celebran el Día Interancional de los Trabajadores a los pies de su estatua.

adnhistoriadelarte.com                                    Job Flores Fernández (c) 2016