Mes: diciembre 2014

LA GRAN MURALLA CHINA EN PARALELO

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LA GRAN MURALLA CHINA EN PARALELO

La Gran Muralla China, una de las 7 Maravillas de la Humanidad de tiempos modernos.

Sus más de 20.000 kilómetros de distancia, que requirieron más 1.000.000 de soldados de vigilancia, no dejan de sorprendernos. Tampoco nos deja de sorprender los 10.000.000 de constructores que se estima que murieron en su construcción. Todo ello para defenderse de sus vecinos del norte.

Si estudiamos sus fases constructivas, veremos que realmente se construyó en dos fases principalmente, y lo más curioso, es que fueron paralelas en el tiempo.

La primera, de tierra apisonada, se construyó en lo que sería la época clásica del arte griego, y se mantuvo durante un tiempo similar al del Imperio Romano.

La segunda, se construyó en lo que sería nuestro Renacimiento, y se ha estado manteniendo en nuestra Edad Moderna.

En medio, en lo que sería nuestra Edad Media, la muralla se dejó de usar, y solo algunas partes se restauraron puntualmente.

Veamos en detalle estos períodos:

A) La muralla de tierra apisonada.

1. China pre-imperial.

China esta dividida en estados feudales que luchan entre sí, son los Reinos Combatientes. A partir del siglo V a.C. El estado de Qi inicia un muro, y en el siglo IV a.C los demás estados siguió su ejemplo.

2. La muralla Qin (221-206 a.C.)

En 221 la dinastía Qin unificó todos los estados feudales chinos. Mandó construir lo que sería la Gran Muralla aprovechando los restos de las antiguas fortificaciones y añadiendo otros tramos. En la llanura se usó tierra apisonada, en la montaña, piedras. Aunque no se sabe con precisión su longitud, en la memoria popular ha quedado como una muralla de casi 6.000 km.

3. La muralla Han (206 a.C.-220 d.C.)

La muralla no recibió grandes ampliaciones durante las épocas de paz, pero se mantuvo en buen estado. El emperador Wu (141-87 a.C.) restauró y añadió tramos a la Gran Muralla, que se extendió a lo largo de lo que sería la Ruta de la Seda. En el 119 a.C. Una nueva sección de 400km fue añadida. Al parecer los añadidos finales se hicieron entre el 25 y el 57 d.C. Bajo el emperador Guang Wu Di.

B) Paréntesis de poca actividad.

4. Período de baja actividad

Tras la desparición e la unidad lograda por la dinastía Han, China se desintegra en diversos reinos desde el 220 d.C. La Gran Muralla, símbolo de una China unida, pierde sentido, y ya tan solo se reparan algunos sectores desgastados.

C) La muralla de piedra y ladrillo

5. La dinastía Ming (1368-1644)

La idea de la Gran Muralla se retomó con la dinastía Ming a partir del siglo XV. Pero esta sería ahora una enorme construcción de ladrillo y piedra.

En el método, los siglos V al III a.C; en los que se construyó la primera muralla, son paralelos a los siglos XIV al XVII, donde se construye esta segunda Gran Muralla.

6. Dinastía Qing (1644-1911)

Debido a la época de paz, la muralla no preciso ampliaciones, pero se mantuvo en buen estado, como había ocurrido en la época Han.

7. Nuestros días.

Durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa (1933-45) la Gran Muralla fue usada de nuevo como defensa con excepcionales resultados. En los años 50 se restauraron importantes tramos de la muralla, en concreto el conocido como Badaling. Desde los 80, se ha seguido un programa sistemático de restauración.

La primera Gran Muralla termino en desuso al desmembrarse China durante un período similar a nuestra Edad Media. Esperemos que la historia no se repita y esta segunda Gran Muralla siga en buen estado y podamos disfrutarla mucho tiempo.

Adnhistoriadelarte.com                                                           JOB FLORES FERNANDEZ (C) 2014

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ARNOLD J. TOYNBEE Y SU ESTUDIO DE LA HISTORIA…CÍCLICA

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ARNOLD J. TOYNBEE Y SU ESTUDIO DE LA HISTORIA…CÍCLICA

Arnold Joseph Toynbee, (14 de abril de 1889, Londres – 22 de octubre de 1975) fue un especialista en filosofía de la historia, que creó una concepción cíclica de la historia. A diferencia de Spengler, del que hablamos en otro artículo, él pensaba que una cultura que supiera resolver sus problemas sería capaz de escapar al fin natural del ciclo, que es la desaparición. Su obra clave, Estudio de la Historia, una obra de 12 volúmenes escritos entre 1939 y 1961.

A continuación citamos un resumen de su teoría según aparece en elgrancielo.blogspot.com.es, a la vez que comentamos las similitudes y diferencias con nuestro método.

UNA HISTORIA CÍCLICA Y LINEAL

«En ese sentido, los ciclos históricos de Toynbee no llevan a una concepción cíclica de la historia, sino a que la historia marcha «hacia adelante», pero con retrocesos que son purificaciones de aspectos malos o negativos que impiden seguir progresando».

«Para explicar esto emplea la metáfora de las «ruedas de carreta», que giran monótonamente sobre su propio eje y no van a ninguna parte por sí mismas, pero que sirven a un fin más trascendente que la rueda en sí misma, cual es el impulsar el vehículo completo que apoyan, hacia adelante».

El método que empleamos sigue estos principios, pues como dijimos desde el principio, cada año es diferente del anterior aunque las cuatro estaciones se siguen repitiendo.
Una concepción de historia cíclica complementa a una lineal, no son modelos opuestos.
Y evidentemente, los avances técnicos y de cualquier otro tipo se heredan y se mejoran.
UN CICLO DE TRES TIEMPOS Y MEDIO
A continuación resumimos la teoría de Arnold Toynbee a través de un ejemplo puesto por él mismo, la civilización helénica:

Primer tiempo:
a) Caída: comienza con un colapso general y una entrada en un llamado «tiempo de angustia» en el que se forman estados fragmentarios o parroquiales.
b) Recuperación: Le sigue una recuperación consistente en la pacificación de las guerras que han llevado a la formación de esos estados.
Arnold habla de las guerras intestinas iniciales entre los estados griegos, como Atenas y Esparta, y al statu quo o estabilidad que se consiguió más adelante.

Segundo tiempo:
a) Caída: los estados parroquiales o fragmentarios luchan entre sí por la supremacía.
b) Recuperación: los estados fragmentarios son absorbidos y se forma un estado universal.
A. Toynbee se refiere a las nuevas luchas surgidas con las guerras púnicas y al siguiente estado de unificación que trajo el Imperio Romano en su fase inicial, desde Julio César al último Antonino.

Tercer tiempo:
a) Caída: crisis del estado universal.
b) Recuperación: restablecimiento del orden en el estado universal.
El escritor hace referencia a la crisis tras la muerte de Alejandro Severo y a la recuperación aparente bajo los gobiernos despóticos de Diocleciano y Constantino, a la vez que se expande el cristianismo.

Tercer tiempo y medio:
a) Caída final: destrucción del estado universal, creación de estados sucesores bárbaros, y desintegración de la sociedad.
Invasión de pueblos germanos y formación de Reinos Germanorromanos antes del interregno final.

En la gráfica que adjuntamos, se ve claramente como las fases de nuestro método coinciden perfectamente con lo propuesto por Arnold Toynbee, a pesar que desconocía la teoría de este autor. De nuevo estudios separados que convergen en un punto: el del círculo del tiempo de una historia cíclica.

El avance que supone nuestro método es que hemos hallado un patrón de tiempo fijo en el que estos ciclos se repiten.
Como se verá, con todos los respetos nos hemos permitido añadir un «medio tiempo» que a nuestro parecer faltaba, y que consiste en la recuperación que supuso el Imperio Carolingio antes de la descomposición final de la que surgirían los estados modernos.

Para finalizar, decir que este mismo esquema del mundo griego y romano es aplicable a nuestra civilización, como se explicó en el artículo «Spengler y la Decadencia de Occidente», y que no estamos aventurando en la Tercera Fase de Arnold Toynbee, como vimos en el artículo «La época más feliz de la humanidad».
Sobre si una cultura está destinada a desaparecer o puede escapar del ciclo inevitable ¿Tendrá razón el Spengler o Arnold Toynbee? ¿Esta nuestra cultura destinada a desaparecer como todas las anteriores? ¿Seremos capaz a diferencia de nuestros antecesores de encontrar la clave que nos permita superar nuestras diferencias y romper este ciclo?

Adnhistoriadelarte.com                                                         JOB FLORES FERNÁNDEZ 2014 (C)

IUDAEA CAPTA. LA CONQUISTA DE JERUSALÉN

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IVDAEA CAPTA . LA CONQUISTA DE JERUSALÉN.

La toma de Jerusalén en el siglo I es un suceso histórico de enorme relevancia.

¿Tendría su paralelo en tiempos modernos?

En el siglo I, el conflicto se llamó la «Primera Guerra judeo-romana» o «Gran Revuelta Judía». Se inició en el año 66 con una insurrección en la ciudad santa.

Luego, entre el año 69 y 73 ocurrió la invasión de Judea por parte de los romanos y la toma de Jerusalén.

Fue una época complicada en el Imperio Romano pues en el año 69 había ocurrido una guerra civil, que hoy llamaríamos internacional. Se llamó «el año de los cuatro emperadores». El Imperio se dividió pues cuatro gobernantes quisieron hacerse con el cargo de emperador durante ese año (Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano). Este conflicto estuvo muy relacionado con la toma de Jerusalén, pues fueron los ejércitos de Egipto y Judea, con la ayuda de Siria, los que llevaron a Vespasiano al poder imperial.

Aplicando el cálculo matemático en nuestro método histórico, el año 66 correspondería aproximadamente con 1911, y en consecuencia, las fechas del 69 al 73 con los años de 1914 al 1918 aproximadamente. En esas fechas ocurrió una revuelta en Jerusalén, seguida de una guerra entre los imperios occidentales que llevó a la toma de Jerusalén. Son los sucesos entorno a la I Guerra Mundial (1914-1918). Aunque la historia nunca se repite exactamente igual, como veremos el parecido entre los acontecimientos es sorprendente.

Primer asalto: La revuelta del año 66 o la del 1911.

En el siglo I, se dio la llamada Primera guerra judeo-romana o Gran Revuelta Judía.

En el año 66 se produce un primer conflicto en Jerusalén. La aparición del cometa Halley en ese año, fue vista por algunos como presagio de desgracias.

Al parecer, el procurador romano había robado del tesoro del Templo, y el Sumo Sacerdote mandó atacar a los romanos. El gobernador de Judea, Herodes Agripa II tuvo que huir porque su vida peligraba. Para sofocar la revolución, acude Cestio Galo, que rodea la ciudad amurallada. Avanzaron hasta el muro del Templo, protegidos por sus escudos. Josefo dice: «Se deslizaban las flechas sin dañar, y […] los soldados pudieron, sin riesgo, minar la muralla y prepararse para pegar fuego a la puerta del Templo». Sin embargo, cuando todo parecía perdido para los judíos, «Cestio retiró repentinamente sus tropas […] y sin razones valederas abandonó la ciudad.»

En su paralelo, según el método sería 1911 aproximadamente. Recordemos que el cometa Halley curiosamente volvió a aparecer en 1910, y al parecer fue visto en Jerusalén en 1911 según cuenta el dominico padre Lagrange. En esta fecha hubo una revolución en Jerusalén relacionada también con un presunto robo del tesoro del Templo (hoy la Cúpula de la Roca musulmana).

También fue la máxima autoridad religiosa, en este caso el muftí musulmán, el que inició una revuelta que hizo huir al gobernador otomano o turco de Jerusalén.

Todo se inició por una expedición del ex oficial militar británico Montague Parker. Este equipo buscaba de noche el Arca de la Alianza en unos túneles bajo el Monte del Templo. Llegaron furtivamente al recinto del Templo, y rompieron el pavimento para excavar en unos túneles subterráneos. Un vigilante musulmán los descubrió y alerto a la población de que unos cristianos, de la conspiración turco-británica, quería robar los tesoros del Templo.

Ese día, 17 de abril de 1911, Jerusalén era un hervidero. Coincidían la Pascua ortodoxa, la judía, y la peregrinación musulmana de Nabi Musa. El muftí o líder musulmán que dirigía la procesión, dirigió a los peregrinos enfurecidos hacia el Templo. El escándalo llegó a toda Jerusalén y en menos de una hora una muchedumbre de judíos y musulmanes inmediatamente se concentró frente a los muros pidiendo la muerte de los exploradores. Estos pudieron escapar afortunadamente llegando al puerto de Jaifa, donde un yate los esperaba. Otros que los ayudaron, se salvaron de ser linchados solo por la intervención de las tropas otomanas.

La revuelta creció al grado de intentar matar al gobernador otomano de la ciudad, que tuvo que ocultarse. Durante los días siguientes, las amenazas entre cristianos y musulmanes fueron tan grandes que las tiendas estuvieron cerradas y había patrullas en cada calle. Ante la amenaza de una masacre de cristianos, 8.000 peregrinos rusos se armaron para responder a los musulmanes. El momento álgido estalló en el Monte del Templo cuando 10.000 personas se hallaban congregadas, y ante el pánico se oyeron voces gritando: ¡masacre!. La multitud corrió a las casas armándose y montando barricadas.

Esta información ha sido tomado de las obras: «Lo que las arenas ocultan», de Jose Antonio Solís Miranda y «Jerusalem: The Biography,» escrito por Simon Sebag Montefiore.

Segundo asalto: La toma de Jerusalén.

Volviendo al siglo I, la guerra comienza de nuevo entre los años 69 y 73. En el 69, fue Tito, el hijo del emperador romano Vespasiano, quien asedia la ciudad de nuevo. En el año 70, los romanos penetran en las murallas e incendian el Templo. La guerra continúa tras el fin de la conquista de Jerusalén en el año 71.

Hacia el año 72 los romanos se dirigen a la última fortaleza judía, Masada, que cae en el año 73. Estaba situada al sur del Mar Muerto y del río Jordán. Las imágenes de los militares romanos con sus águilas imperiales entrando en Jerusalén y en el recinto del Templo debieron quedar grabadas en las retinas de los habitantes de Jerusalén.

En el siglo XX, los ejércitos occidentales vuelven a Jerusalén, para tomarla de nuevo. El marco de su captura fue la I Guerra Mundial. En esta se dio la Campaña del Sinaí y Palestina (1915-1918). En nuestro método, esas fechas coinciden con los años 70-73 exactamente.

En 1914, bajo el káiser Guillermo II, llegaron los primeros militares alemanes para reforzar a las tropas turcas que tenían el dominio de la ciudad. En 1916, los militares alemanes de la Expedición Pasha I se establecen en Palestina. A inicios de 1917, el general alemán von Falkenhayn llega Jerusalén, y tenemos fotos de él en el recinto del Templo. De nuevo las águilas imperiales de los militares occidentales se plantan sobre el recinto del Templo. El 9 de diciembre de 1917, Jerusalén es conquistada, no por los alemanes, sino por los británicos del general Edmund Allenby.

Tras la toma de Jerusalén, los ejércitos occidentales se dirigen al Jordán, a la zona del Mar Muerto, como antiguamente hicieran los romanos. La llamada «Ocupación del Valle del Jordán», incluyendo la zona de la antigua Masada, ocurrió en 1918 tras la caída de Jericó. Esto es sobre el año 73 según nuestro método.

La llamada «Campaña del Sinaí y Palestina» tuvo su último acto en 1918. La batalla definitiva se llamó «La batalla de Meguidó», pues tuvo lugar en ese histórico lugar llamado Har Meggido en hebreo.

En el siglo I, aproximadamente 1.000.000 de judíos murieron. Estos acontecimientos dieron origen a la llamada «diáspora» o dispersión de judíos.

No he podido conseguir datos específicos de la I Guerra Mundial en Palestina. Pero en Oriente Medio en general hubo unos 5.000.000 de muertes incluyendo civiles y descontando las de los Aliados. La «Declaración de Balfour» de 1917, dio origen a la creación del Estado de Israel y a la consecuente diáspora de palestinos, llamada «Nakba» o «desastre», porque ya van casi 1.000.000 según fuentes palestinas. Igualmente, parece producirse un paralelo éxodo de judíos que viven en países árabes y musulmanes, donde desde los años 40 se cuentan ya entre 900.000 y 1.000.000. ¿Estamos viviendo la diáspora de nuestro siglo?

Los arcos del triunfo

En Roma se alzó un arco del triunfo en honor a Tito, el conquistador de Judea, y se emitieron monedas con la inscripción «IVDAEA CAPTA» o «Judea conquistada». En este arco romano, se ve a los ejercitos occidentales llevándose el mobiliario sagrado del Templo.

De modo parecido, numerosos arcos del triunfo se alzaron en Occidente en honor a los combatientes de la I Guerra Mundial, concretamente en Inglaterra y Estados Unidos.

Los que he podido encontrar son los «victory arch» de Madison Square (Nueva York ,1918), el de Virginia (1918), el de Louisiana (1919) y el de Rosedale (Kansas, 1923-24).

En Londres hallamos el de la estación de Waterloo, de 1922. En él, una Niké o diosa alada de la victoria, guía a las tropas de estos nuevos «romanos» británicos.

Esta misma Niké o victoria es la que aparece en el relieve del arco de Tito, guiando a los antiguos romanos en la ya repetida batalla de Jerusalén.

Adnhistoriadelarte.com                              JOB FLORES FERNANDEZ 2014 (C)

SPENGLER Y «LA DECADENCIA DE OCCIDENTE»

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Oswald Spengler (1880-1936) fue un filósofo e historiador alemán que creó un modelo de historia cíclica. Su obra más conocida es «La decadencia de occidente» (1918-1923), compuesta de dos tomos.

A continuación remito el resumen que en Wikipedia se hace sobre esta obra.

Por los comentarios que añado se puede ver que, aunque no he leído aún esta publicación, mis conclusiones son muy parecidas a las de Spengler. La diferencia es que mi método no solo es un esbozo, sino que hablamos de un patrón fijo de tiempo. Es una concreción científica del boceto de historia cíclica de Spengler.

Una cultura: un ciclo de cuatro fases

El resumen comienza así:

«Spengler presentaba la historia universal como un conjunto de culturas (…) que se desarrollaban independientemente unas de otras –como cuerpos individuales- pasando a través de un ciclo vital compuesto por cuatro etapas: Juventud, Crecimiento, Florecimiento y Decadencia, como el ciclo vital de un ser vivo, que tiene un comienzo y un fin determinados.»

En nuestro método, este es un ciclo fijo con un número exacto de años. Para no entrar en detalles, diremos unos 2.000 años aproximadamente.

En este sistema particular, hemos llamado a las fases: 1) Formativa, 2) Apogeo, 3) Decadencia y 4) Descomposición. Como vemos los nombres y el concepto son muy similares a los de Spengler.

Todas las culturas presentan un patrón semejante

«Además, cada una de las etapas que conformaban el ciclo vital de una cultura presentaba, según el esquema spengleriano, una serie de rasgos distintivos que se manifestaban en todas las culturas por igual enmarcando los acontecimientos particulares.»

Publicamos una serie de artículos donde es evidente que desde América a la China, personajes tipo y sucesos similares se repiten. Un ejemplo notable es la lucha entre el poder político y el religioso, que es a misma en el occidente católico (emperador/papa) que en oriente islámico (sultán/califa).

La nota novedosa que añadimos a Spengler, es que esos sucesos similares a todas las culturas se repiten al mismo tiempo, como vimos en el artículo sobre los «Maquiavelos» de la historia.

Se pueden predecir tendencias generales por comparación con el pasado

«Con base en este esquema y aplicando un método que él llamó la “morfología comparativa de las culturas”, Spengler proclamó que la cultura Occidental se encontraba en su etapa final, es decir, la decadencia y afirmó que era posible predecir los hechos por venir en la historia del occidente.»

Efectivamente, Occidente según nuestro método, también ha pasado ya la fase de Apogeo, y ha entrado en la de Decadencia. En unos 2.000 años divididos en 4 fases de unos 500 años, el punto de viraje es el siglo XX.

– La fase Formativa sería para no detallar más, desde el año 1000 hasta el 1500 aproximadamente, cuando se forman los países europeos.

– La fase de Apogeo, fue del 1500 al siglo XX aproximadamente, cuando Occidente «colonizó» el mundo.

– Y desde el fin del siglo XX, comenzó el proceso llamado de Decadencia. Es así porque comenzó la «descolonización». Este retroceso no se refiere únicamente a la independencia de colonias extranjeras, sino a la propia descomposición de los países occidentales debido al creciente nacionalismo interno.

Llegar a estas conclusiones es sumamente sencillo si comparamos nuestra civilización con la muy parecida de griegos y romanos en la Antigüedad Clásica. Aunque nuestro método precisa años con exactitud, haremos un esbozo general:

– Su etapa Formativa duró también unos 500 años. Ocurrió desde el inicio de la unificación con motivo de la primera olimpiada cerca del 800 a.C. hasta el año 300 a.C.

– Su etapa de Apogeo, iría por lógica y aproximadamente desde el 300 a.C al siglo II d.C.

En el 300 a.C. Comenzó el «helenismo» o expansión de la cultura griega, luego romana, al mundo conocido de entonces. Se las llamó «helenización» y «romanización».

– Desde el siglo II d.C comenzó la fase de Decadencia, donde Roma dejó de conquistar y comenzó a fragmentarse.

Como pretendía Spengler, predecir de manera general estas tendencias culturales sería posible. Dimos una muestra de ello con el artículo que publicamos sobre la independencia fallida de Escocia antes de que se produjera la consulta.

Estoy seguro de que la lectura de la obra de Spengler será muy interesante para el progreso de nuestro método. Este artículo abre una nueva temática sobre otros autores que abogan por una visión cíclica de la historia.

Adnhistoriadelarte.com                                 Job Flores Fernández (c) 2014