Los temas representados en el arte, a veces son de fuerte contenido religoso, pero en otras épocas son mayoritariamente profanos. ¿A qué es debido?
En el método, el poder civil y el religioso, aparecen a menudo enfrentados en una lucha donde los ganadores se alternan cada 2000 años aproximadamente.
Al poder civil lo representaremos con la figura del «Emperador». Y al poder religioso, con la del «Papa», aunque este es un fenómeno observable en otras culturas ajenas a la europea.
Realmente, en esta lucha de poderes, solo hay dos momentos:
a) Cuando el Papa se impone al Emperador, con lo que hablaríamos de una sociedad medieval.
b) Cuando el Emperador se impone al Papa, con lo cual hablamos de una sociedad moderna.
Veamos la evolución:
ANTIGÜEDAD CLÁSICA
1) Notemos, que en la «Época Oscura» de la sociedad helénica, el sacerdocio era propiedad exclusiva de una casta sacerdotal. El puesto de «Sumo Pontífice» solo podía ser propiedad de alguno de sus miembros.
2) Con el avance de la sociedad clásica o civil, llegó un momento en que personas comunes de las castas más humildes, podían acceder al cargo.
Más adelante, el garante del poder civil, el Emperador, no solo accedió al título, sino que lo hizo hereditario para sus sucesores: el Emperador era también el Sumo Pontífice, teniendo mando en asuntos religiosos.
EDAD MEDIA
1) Estando el Emperador en dominio sobre el Papado, surge una religión que renovaría cultos más antiguos y se expandiría con velocidad: el catolicismo. Se renueva entonces la lucha de poderes, pues el sumo sacerdote de esta religión luchará desde entonces por imponerse al emperador.
2) Al convertirse en católicos gran parte de la plebe, el emperador termina haciéndose católico también, por temor a perder el poder sobre el pueblo, de una religión de la que él ya no es Sumo Pontífice. Es más, para hacerse católico, se ve obligado a renunciar a este título pagano.
3) Al inicio de la Edad Media, el Sumo Sacerdote de Roma consigue el título que tanto ansiaba y que el emperador rechazó por considerarlo pagano: el de Sumo Pontífice. Ya en la mayor parte de Europa, su autoridad se impone a la de los reyes locales.
4) Un pasó más se da cuando el Papa adquiere el control absoluto sobre el poder civil: es él el que nombra y corona al Emperador. Como vemos, en esta lucha de poderes, el Papa se ha acabado imponiendo al Emperador.
EDAD MODERNA
1) La Querella de las Investiduras, o la lucha del Emperador por desligarse del poder del Papa, es la grieta que terminará desmoronando con el tiempo el poder del papado sobre el mundo civil.
Poco a poco se consiguen logros, y con la Bula de Oro, el Emperador no necesita ya del consentimiento del Papa para gobernar.
2) El siguiente paso se dió en la Reforma, cuando por primera vez, los reyes se independizan del papado, llegándose al extremo en Inglaterra, donde el rey será además el «Papa» o cabeza de su iglesia, la Anglicana.
3) En esa tónica, el nuevo Emperador de Occidente, Napoleón, rehúsa ser coronado por el Papa, y si bien no se erige cabeza de ninguna iglesia, impone un laicismo que se extenderá por Europa y dará lugar a numerosas desamortizaciones o expropiaciones de bienes del papado en otros países.
4) El máximo poderío del Emperador o gobernador civil, sobre el Papado o poder religioso, se dio en nuestro siglo XX, con el surgimiento de naciones «ateas» como Rusia, el laicismo moderno, y un hecho muy notorio: en la unificación italiana, el rey de Italia anula por unos años las posesiones del Papa en los Estados Vaticanos, desapareciendo estos. Parece que de nuevo, el Emperador ha terminado imponiéndose al Papa. ¿Se seguirá repitiendo la historia?
JOB FLORES FERNÁNDEZ 2014