RIOTINTO: LOS ROMANOS VUELVEN A LA MINA.
El municipio español de Minas de Riotinto (Huelva) es conocido, tanto por sus yacimientos mineros, como por el color rojizo del río Tinto, al que debe su nombre. Sus ácidas aguas obtuvieron fama mundial cuando fueron elegidas por la NASA para simular las condiciones extremas del planeta Marte.
Pero lo que hoy analizamos es un fragmento de su historia, que es tan cíclica, como el inmenso círculo (de unos 1.000 metros de diámetro) que dibuja su mina más famosa. Hablamos de la Corta Atalaya, la mayor explotación minera a cielo abierto de toda Europa.
RIOTINTO ROMANO
Aunque pueblos anteriores comenzaron a explotar las minas de Riotinto, fueron los romanos los que más hondas cicatrices abrieron en las tierras onubenses.
Los romanos dejaron unos 15 millones toneladas de escoria, y hasta una treintena de norias para el drenaje de las minas. Estos restos, son una muestra del éxito romano en la extracción del mineral.
A estas novedosas tecnologías, hay que sumar la construcción o mejoramiento de las vías para su transporte. Una muy conocida es la que unía el puerto de Onuba (Huelva) con Urium (Minas de Riotinto).
La ocupación romana se produjo poco después de la cartaginesa. Al principio la República controlaba la explotación de las minas, pero con el Imperio, esta corre a cargo de emprendedores privados. Desde el siglo I a.C. hay restos de unos 20 hornos, talleres y edificaciones industriales de solida construcción.
Por los restos encontrados, se percibe el alto nivel de vida de la clase dirigente romana de aquellas explotaciones. Muy distintas no obstante, eran las condiciones en las que vivían sus trabajadores.
Plinio afirma que 20.000 criminales trabajaban en la Bética (sur de España) de los cuales unos 10.000 lo harían en las minas de Riotinto. Por el tamaño de algunas galerías, vemos que la mano de obra infantil también fue utilizada.
Las minas estarían en funcionamiento mientras existió el Imperio Romano, pero al parecer, fueron poco explotadas y hasta abandonadas durante la Edad Media y la ocupación islámica.
RIOTINTO INGLÉS
No es hasta el siglo XVI cuando de nuevo tenemos noticia fiables de las minas.
En 1725 se permite la explotación a un emprendedor sueco durante 30 años. Luego vuelve a manos del Estado, pero la explotación de la mina decae, entro otras cosas, por el elevado coste del transporte del mineral hasta el puerto de Huelva. Pero ya llegarían de nuevo los «romanos», con su nuevas tecnologías, a solucionar estos problemas.
Según nuestro método, el siglo I a.C. es paralelo al siglo XIX d.C. Y sería en este momento, cuando las minas adquirirían un renombre mundial con la llegada de los colonos del Imperio Británico.
En 1873, el gobierno de la I República española, deja las minas en manos privadas inglesas. El precio de la venta fue de 9.000.000 de pesetas, que salvaron al gobierno español de la bancarrota. Los ingleses de la RTC (Rio Tinto Company Limited) explotarían estas minas hasta 1954.
El éxito de la empresa fue rotundo, pues para 1884, Riotinto era tenido como «el mayor centro minero del mundo».
Además de mejoras tecnológicas en la extracción del mineral, los ingleses agilizan su transporte creando la línea de ferrocarril desde Riotinto a Huelva. El famoso «Muelle del Tinto» es el empleado por la empresa para embarcar el mineral.
No hace falta indicar, que el trazado ferroviario sería muy parecido al de la calzada romana que, 2.000 años antes, unía igualmente la mina de Urium (Riotinto) con el puerto de Onuba (Huelva).
La arquitectura dejada por los ingleses, es muestra del alto nivel de vida de los dirigentes de las minas. En Huelva, vemos la impronta británica especialmente en la «Casa Colón» (antes un hotel), y en el barrio obrero «Reina Victoria». En Riotinto, contamos con el barrio inglés de «Bella Vista» y numerosas construcciones entorno al yacimiento minero. Hasta las tejas planas de estas edificaciones victorianas, recuerdan más a las «tégulas» de las cubiertas romanas, que a las tejas árabes o andaluzas, propias de las techumbres locales.
La presencia inglesa, hizo de la provincia onubense el primer lugar de España donde se jugó y se crearon equipos de «football», como el aún vigente «Real Club Recreativo de Huelva» (antes, «Huelva Recreation Club»).
La clase obrera, en cambio, vivía en condiciones pésimas y a menudo se empleó la mano de obra infantil. En ocasiones se formaron huelgas y protestas, algunas duramente reprimidas a disparos. Es curioso que hasta el número de empleados coincide con el de la época romana, pues se afirma que para 1888, «el año de los tiros», había también unos 10.000 trabajadores en las minas.
Como remate de tanto paralelismo, simplemente citar un curioso hallazgo. En 1886, cerca del pozo 9b en el Filón Norte, los ingleses encuentran la primera de las norias que habían estado sepultadas en las minas desde la época romana. En la foto central de las mostradas en este artículo, podemos ver el momento de su descubrimiento.
Y es que la historia es cíclica, es tan redonda como las enormes norias romanas o como las ruedas que giran en lo alto de los malacates ingleses, qué más da. El patrón de tiempo fijado por nuestro método, una vez más, se cumple. Y justo al debido tiempo, los nuevos «romanos» rescatan de las entrañas de la tierra sus útiles olvidados, simplemente para continuar la misma labor que sus ancestros habían abandonado miles de años atrás.
Adnhistoriadelarte.com Job Flores Fernández (c) 2015
Bibliografía:
http://www.elmundo.es/magazine/2001/101/999255169.html. RIOTINTO, LA COLONIA DE LA VERGÜENZA
http://huelvapedia.wikanda.es/wiki/Norias_romanas_de_Minas_de_Riotinto
http://cminfoturismo.webcindario.com/reportajeroma1.htm